jueves, 30 de septiembre de 2010

Religión y política: ¿Una peculiaridad estadounidense?


Nunca se había sentido tan fuerte la importancia dela religión en la política norteamericana como ocurre en estos meses antes de las elecciones de Noviembre. Toda la campaña está teñida de matices religiosos. ¿Es una característica únicamente gringa o es parte de la lucha entre conservadores y progres en todo el mundo?

Todo comenzó con el cuento de la Mezquita. Obama no pudo quedarse callado y dejó la escoba. Lo próximo fue que una encuesta que demostraba que de cada cinco súbditos, uno creía que su rey Obama era musulmán. Concuerdo con el comediante Dennis Miller que los que dijeron eso estaban tan enojados con el hibrido hawaiano que hubiesen dicho cualquier cosa negativa respecto a sus creencias, hasta que era satánico.

El caso es que Obama sí es creyó y desde entonces se ha esmerado en dar la impresión de ser un hombre de fe. Obligó a su familia a misa con él, sacrificando un domingo de golf que es la verdadera religión del mandatario. Sus asesores han desenterrado a diversos ministros protestantes que alegan que Barak Hussein es muy religioso y reza diariamente, y en una de sus “charlas de patio”, el presidente incluso habló de la religión de su familia. Y en el proceso se las arregló, ycomo siempre, para meter las cuatro patas.

En un esfuerzo por parecer “del pueblo”, y tal vez imitando las “charlas de la chimenea” de Franklin Delano Roosevelt, a Obama le gusta que lo filmen pontificando desde diversos patios de supuesta gente común. Obvio que todo está arreglado de antemano, si el Presidente se fuese a meter al patio del vecino sin permiso, seguro que lo sacarían a escobazos.

En una de esas charlas, en la noble ciudad de Albuquerque (NM), el elocuente Obama Ben Kenobi perdió la elocuencia. Con mucho tartamudeo, repeticiones interrumpidas por incómodos “ahs”, y hasta metiéndose el dedo en el cuello de la camisa, Obama, declaró que él era cristiano por decisión propia. Su familia no era religiosa, su mamá, una persona “muy espiritual” nunca lo llevó a misa.

El pobre Obama, en su acostumbrada soberbia, pretendía aparecer ante los ojos de sus oyentes como un Abraham que había destruido los ídolos de su familia y encontrado solito su camino a la fe. El resultado fue otro, ya que dejo a la altura del unto a su mamá, como hace unos años hiciera con su abuela blanca al describirla como racista. Este tipo de información queda muy bien dentro de las autobiografías que han hecho a Obama millonario, pero caen pésimo en un discurso público, por informal que éste sea. Hasta los críticos demócratas se han indignado con estas manías del presidente de utilizar a su familia, sea para ponerlos de ejemplo o “negrearlos”.


No se puede culpar a Obama. Sabe poco de religión por ende tiene poco que aportar. No está solo. Una encuesta del Foro Pew sobre Religión y Vida Publica cuyos resultados fueron dados a conocer esta semana, demostró que en USA la mayoría de los católicos (sobre todo los latinos) y los cristianos no saben nada de su religión. En cambio quienes sí se la conocen al dedillo son los ateos. Obvio, hay que conocer a su enemigo.

Sin embargo, el no saber mucho de dogma no impide exigir manifestaciones religiosas a sus representantes. Ya vieron el escándalo que causaron las supuestas artes mágicas de Christine O’Donnell. Bill Maher sabía lo que destapaba al exhibir ese video donde una joven Christine comentaba sus aventuras en el mundo de la hechicería.


Bill Maher es un ejemplo de un ateo militante que busca destruir la fe de los demás, como si ésta constituyese una amenaza para él. Anoche, en The O’Reilly Factor, describió a todos los que se oponen a las fuerzas de la progresía como “lunáticos religiosos”. Un poco redundante puesto que para Maher ambas palabras son sinónimas. Luego agregó que los que se oponen a Obama y sus medidas son racistas. Argumento pobrísimo. Esperaba más de este patán. Es como si él dijera que quienes lo critican son antisemitas y estoy segura que Bill Maher no ha pisado sinagoga desde su circuncisión.

Sin embargo, las posturas antirreligiosas de payasos como Maher son un eco del miedo que tienen muchos demócratas por cualquier cosa que huela religión. En Orlando, el candidato republicano Daniel Webster ha sido blanco de ataques que rayan en la calumnia criminal. En un discurso, el SEnador Webster solicita a sus foyentes que no se adhieran a las posturas más misóginas de San Pablo, como el texto donde el apóstol exige a las cristianas someterse a sus maridos. Webster lo lee y añade que no hay que hacerle caso. Pues en el spot anti Webster, se saca de contexto la cita y se borra lo importante haciendo parecer como que Webster, a quien llaman “talibán”, exigiera que las mujeres se sometan al hombre.

Es un truco barato y fácil de refutar. Curiosamente, Webster es bastante conservador, anti-aborto y anti-divorcio, pero sus contrincantes han preferido el libelo antes que la verdad porque les da la oportunidad de atacar también una religión que les parece machista. La gran paradoja es que el pueblo se divide entre los que odian la religión y los que la exigen. ¿Se trata de incoherencias gringa o es una manifestación menor de la gran lucha de Occidente entre laicismo y fe?

martes, 28 de septiembre de 2010

Misoginias de izquierda y el poder conservador femenino



Los poderes “progres” estadounidenses se han lanzado en picada contra Christine O’Donnell. Por lo que Sarah Palin le ha dado la bienvenida a la “brujita” al mundo de la política gringa donde la mujer conservadora es blanco fácil. Pero también lo es en Chile. Desde los días de John Knox que existe animadversión por las mujeres en el poder, pero nunca es más ponzoñosa que la que desencadenan la mujeres que buscan ejercerlo de maneras menos convencionales.



El cuento de la Brujita de Delaware ha dado material para chistes y criticas serías a lo largo de la semana. Por supuesto el doyenne de los programas satíricos de la televisión estadounidense Saturday Night Live, no se podía perder la oportunidad de parodiarla. Pero lo más sorprendente es que Bill Clinton, que está haciendo campaña por los Demócrata, se ha burlado de ella en un discurso (¡traidor!) Curioso, porque el ex mandatario siempre es caballeroso con las mujeres del bando enemigo.

Lo irónico es que el comediante Stephen Colbert se exhibió en personaje, en el Senado (sin permiso dela Cámara ¡pero sí del Sindicato de Granjeros!) donde fue a declarar ciertas verdades que hubiesen quedado muy bien sil hubiera aparecido como un ciudadano más, pero que al hacerlo en forma paródica restó validez a su causa (que tampoco se entendió mucho cual era) y demostró el poco respeto que el pueblo americano está sintiendo por sus instituciones.

Sn embargo, nadie crítica a Colbert. En cambio, medios y políticos demócratas hacen carne de cañón de la O’Donnell, una humilde candidata de un diminuto estado. Es una micro campaña similar a la maquina propagandística lanzada por las mismas fuerzas en contra de Sarah Palin quien ahora aconseja a su colega “brujil” que se acostumbre y que disfrute estas ofensas que son los frutos del poder.


Dicen que en el mundo patriarcal siempre ha habido un recelo por las mujeres poderosas, desde que Adán se andaba quejando con el Creador de las esposas que le había tocado en suerte. En el Siglo XVI, el puritano clérigo protestante John Knox escribe una diatriba en contra de los gobiernos femeninos titulada “The First Blast of the Trumpet against the Monstruous Regiment of Women” (El primer zafarrancho de trompeta en contra de los monstruosos reinados de mujeres). Su blanco son Catalina de Medicis, María de Guisa, regentes respectivamente de Francia y Escocia, y María I de Inglaterra.

El pecado de estas damas era su fe católica que para un revolucionario como Knox simbolizaban el poder del oscurantismo y el triunfo de valores del pasado. El mismo temor que siente la Izquierda ante candidatas que se alejan del modelo que ella defiende. Léase, no son hembras liberadas y adherentes a códigos feministas. Ni están dispuestas a ejercer el poder como meras imitadoras de los hombres que las han precedido en la arena política.


Un par de años antes de que fuera coronada Su Alteza Michelle Bachelet, yo dije en una entrevista que una mujer presidente sería más objeto de criticas pueriles (vestuario, aspecto físico, vida amorosa) que los presidentes varones. Me equivoqué porque a Mi Gorda Bella siempre la protegieron sus Sir Walter Raleigh de la Concerta.

Ella no gobernó como una presidenta revolucionaria, sino como una Reina Victoria que a la primera crítica se amurraba y repartía coscachos. Famosos eran los coscorrones verbales que propinaba a sus ministros, a veces en público. Se la engrandeció y alzó en el altar de los ateos como una Pieta criolla, la “Mami” Bachelet. O sea, la muy pilla se envolvió en la bandera de lo femenino y de lo doméstico, mientras jugaba a ser una feminista de izquierdas. Todavía la Concertación se levanta en masa apenas alguien quiere injuriar a su fetiche.

Pero la Concertación practica un doble estándar. Se aplica la caballerosidad para tratar a la ex mandataria, pero se abalanzan del modo más grosero sobre dirigentes de Derecha como Jacqueline Van Rysselberghe, a la que de “histérica” no han bajado, o a la pobre Erna Von Baer, que de tanto acusarla de tonta ya la pusieron al nivel de Tonka Tomic. Hasta se burlaron de ella cuando comenzó a notársele la pancita. En cambio, cuando la Carolina Toha andaba embarazada, nadie mencionaba el hecho. Es que en la mente izquierdosa la preñez difiere de significado según el espectro político.


Una de las grandes críticas que ha recibido la ex alcaldesa de Concepción es que tiene muchos hijos. “Será del Opus que tiene tanto cabro” he oído decir con rencor. ¿No será que a la Jackie le gustan los niños? No, para la Concertación los embarazos de las derechistas tienen razones políticas. Tienen hijos porque la iglesia lo exige, tienen hijos porque no les gusta abortar, etc.

Antes de de que McCain la eligiese como su compañera de candidatura, a Sarah Palin ya se le criticaba haber tenido un hijo después delos 40. Pero cuando las actrices de Hollywood hacen lo mismo, las aplauden. Incluso se dijo que no estaba embarazada sino que buscaba ocultar el embarazo de su hija mayor, fingiéndose madre de su nieto. Toda una telenovela.



Cuando poco antes de las elecciones, la misma Bristol Palin salió encinta (lo que demostraba la falsedad e la primera acusación), todos criticaron a la ex Gobernadora de Alaska por haber dejado a su hija embarazarse, por permitirle seguir adelante con el embarazo y por mostrarse orgullosa de su chiquilla. ¿Hubiese sido mejor que Sarah llevase a Bristol a abortar a escondidas?

Al parecer sí puesto que hace poco, la Sra. Palin hizo unas declaraciones que las mujeres se ponían como mamás osas cuando llegaba el momento de defender a sus hijos. Ni cortas ni perezosas, las feministas progres hicieron un spot en donde aparecían con unas mascaras apolilladas, mas parecidas al Hombre-Lobo de Lon Chaney que a úrsidas, personificando a “Mamas Osas” y acusando a Sarah de no ser una de ellas. Una de esas “Mama Grizzlies” llegaba al limite de lo grotesco diciendo que mujeres como la Gobernadora impedirían a sus hijas el derecho a abortar. La verdad es que no tienen vergüenza ajena. ¿Qué madre se sentiría feliz de que su hija se someta a una peligrosa cirugía para matar a un nieto?

Por más de un siglo, la Izquierda y movimientos “progres” han logrado adeptos representando a los más desamparados, a los que la sociedad niega derechos. Hubo una época en que representaban a los judíos, luego a los afros americanos, y latinos, ahora a los gays, pero siempre se han adherido o fingido adherirse al bloque feminista. El que miembros de estos colectivos ahora se inclinen a la Derecha, es una cachetada en la cara de la progresía. Por eso en USA tanto criticaron a Condoleezza Rice, mujer y negra. ¿Cómo se le ocurría ser Republicana?

Es por eso que se ataca con mas virulencia a la líder de Derecha o incluso la demócrata más conservadora, como Hilary Clinton que se atrevió a perdonar la infidelidad de su marido y sigue siendo uña y carne con Bill. La mujer conservadora encarna un enigma para los progres. Una esclava feliz con sus cadenas o algo peor, una manera de ejercer el poder desde una postura que ni es feminista ni imita al macho. Es por eso que los ateos u los de otras religiones cargan contra la imagen de la Virgen María que al final representa lo mismo que las candidatas conservadoras: un empoderecimiento de lo verdaderamente femenino


domingo, 26 de septiembre de 2010

El poder de la represión sexual: ¿De donde salió el "no fornicar"?


Antes de comenzar, tengo que decir que una de las diez cosas que me dejan chata de este mundo laico-progresista en el que vivimos es ese afán de erotizarlo todo y de convertir a los jóvenes e incluso a los niños en  seres sexuales antes de tiempo. Eso a través del amparo de una falsa educación sexual que termina fomentando promiscuidad y libertinaje. Pero tampoco apruebo educaciones que predisponen al niño en contra de una sana vida sexual,  metiéndole miedo o haciéndole creer que el amor físico es sucio o perverso.

Ahora paso a donde nos quedamos ayer, en que el mandamiento bíblico que más problemas causa al género humano, el famoso “No fornicar” no forma parte del decálogo. Efectivamente, el Todopoderoso no prohibió el sexo, porque como lo explica el Talmud sin la fornicación se extinguiría la raza humana.

Por lo tanto los 10 Mandamientos como los entienden los judíos y todas las ramas del Cristianismo protestante no abarcan prohibición de ninguna índole en contra del sexo. Sólo una en contra del adulterio que es efectivamente”no desear la mujer de tu prójimo”, porque el adulterio, como se entendía en los días de Moisés, era acostarse con una casada que no era lo mismo que acostarse con un casado.  En una sociedad que fue polígama hasta el Medievo (y continuó esa practica hasta el siglo XX en las comunidades judías en el mundo musulmán), el que a un hombre le gustase una mujer que no era la esposa no era algo digno de reproche. No necesitaba divorciarse para amar a la nueva que pasaba a ser parte de su casa como una esposa más.

Es por eso que casi no hay historias de madres solteras en la Biblia o el Talmud. Ningún judío respetable, aun estando casado, se iba a negar a reconocer a un hijo procreado fuera del matrimonio y con ese reconocimiento legalizaba su situación con la madre. El mayor ejemplo es la historia de Tamar, nuera de Judá y viuda de dos de sus hijos, que para restablecer su dignidad de mujer y su derecho a ser madre seduce (disfrazada) a su propio suegro. Al hallarla encinta, la tribu en pleno se dispone a quemarla por cochina, pero aparece Judá, reconoce su paternidad y Tamar y sus mellizos pasan a ser parte respetable de la tribu.

Es también lo que ocurre con la Virgen. Cuando José, en vez de repudiarla, acepta como hijo a Jesús, las viejas chismosas tienen que volverse a su casa a cuidar de su puchero. Miriam, la del misterioso embarazo, ha vuelto a ser una señora casada y digna de respeto.


Pero volviendo al decálogo. ¿Qué suscita el que la Iglesia incluya no uno, sino dos mandamientos que gobiernan la vida sexual de sus feligreses? La Iglesia Católica destierra el mandamiento original de no adorar ídolos (porque impedía la veneración de imágenes) y en cambio crea el discutido “no fornicar” que hoy se ha expandido a “No cometerás actos impuros” al que se le añade otro más estricto “No consentirá deseos ni pensamientos impuros”. Habría que especificar qué se define por “impuro”, pero, por siglos, la impureza se ha asociado a pecados sexuales. ¿La pregunta es por qué? No existe en la tradición judía ninguna razón para explicar este temor a la sexualidad que a veces raya en misoginia. ¿Fue acaso Jesús quien lo impuso? Lo dudo.

Una particularidad de los Evangelios, que son nuestra única fuente histórica para conocer a Jesús, es que el tema sexual casi no se toca. Jesús no parece compartir la obsesión por el sexo que caracterizará a su iglesia. Yo me atengo al hecho de que él dijo que no venía a cambiar ni una letra de la Tora y que ya ésta definía claramente cuales eran los derechos y limitaciones que los judíos debían acatar en lo que respecta a su vida sexual.

Sin embargo en un par de ocasiones Jesús habla del matrimonio. En San Mateo, San Lucas y San Marcos Cristo repudia el divorcio, lo que explica el porque el cristianismo condena esta practica aceptada hasta hoy por el judaísmo. Pero San Mateo añade que Jesús acepta el divorcio cuando la esposa es adúltera. Sin embargo es San Mateo quien nos informa que para Jesús el pecado del adulterio abarca incluso pensamientos pecaminosos hacia una mujer casada. Mm, eso se aplica a todos los fans de Angelina Jolie.

En su Evangelio (que es mi favorito) San Juan nos cuenta de dos encuentros del Maestro con mujeres. En el primero, él reprocha a la Samaritana, no su sexualidad, sino su promiscuidad. En el segundo, Jesús rescata a la adúltera que va a ser lapidada, recordando a los lapidarios que ellos han pecado más que su victima. Sin exonerarla de pecado (“no vuelvas a pecar” le dice) él condena el castigo al que es sometida una persona por dejarse vencer por su instinto sexual.

Hasta ahora me he atenido a los Evangelios, pero la tradición popular y canoníca por siglos vio a María Magdalena como una prostituta arrepentida. Y volviendo a los textos evangélicos, San Lucas cuenta que cuando los discípulos quisieron apartar a esta pecadora que trataba de limpiar los pies de su maestro con sus largos cabellos, Jesús los apartó a ellos diciendo que la Magdalena era más meritoria “porque había amado mucho”.

Entonces si Jesús no estaba en contra de la fornicación mientras ésta se diese dentro de una relación formal, y comprendía y perdonaba las debilidades de la carne, no fue él quien impuso el “¡No fornicar! ¿Fue acaso San Pablo, el gran artífice de la iglesia Católica? Es cierto que Saulo de Tarso era un puritano que consideraba el matrimonio como un “mal menor” (“más vale casarse que abrazarse”) y que abogaba por el celibato para un ejercicio optimo de evangelización, pero en Corintios reprueba a las parejas casadas que en su celo religioso se abstienen de sus deberes conyugales.

Mas tarde, en una carta a Timoteo se queja de unos cristianos vegetarianos que practican la abstinencia: “Prohíben el matrimonio y el uso de alimentos que Dios creó para que fueran comidos con acción de gracias por los creyentes”. Añade San Pablo que todo lo creado por D-s (incluso el matrimonio con sus obligaciones conyugales) es bueno.

¿Entonces a quién culpamos por el “¡No fornicar!”?

sábado, 25 de septiembre de 2010

El poder de la represión sexual: Altamirano VS el decalogo


Hace rato me andaban hablando de unas declaraciones hechas en su día por Carlos Altamirano Orrego,  ex senador de la republica, ex presidente del Partido Socialista y uno de los políticos más siniestros de nuestra historia. Al parecer estas declaraciones revelaban un virulento antisemitismo.  Más que antisemitas, he descubierto que esas declaraciones son un ataque frontal a los valores judeo-cristianos, lo que encuentro más peligroso. Pero más curioso es lo que se lee tras su rechazo, una profunda represión emocional asociada a una cultura judeo-cristiana y una necesidad de libertad de límites morales.

Las declaraciones del texto de  marras están encerradas en el libro "Allende el fin del mito" de Víctor Farías. En la página de la Librería Antártica se incluye la crítica de La Segunda que termina con estas palabras: 
“El caso emblemático es un escrito del entonces secretario general del Partido Socialista, Carlos Altamirano, que puede calificarse como el texto antisemita más feroz escrito en Chile”.

Aún antes de la valiosa información extraída de las investigaciones del Profesor Farías yo sabia que Allende y su corte de bufones no eran  filosemitas. En el caso de Altamirano, descendiente de la mas rancia oligarquía chilena no había razón para ser muy amigo de los judíos. Ni su casta ni su educación en el Colegio Alemán eran conducentes para ello,  ni tampoco su trasformación en un rabioso marxista leninista, puesto que esta corriente siempre se mostró en enmiga de las religiones y del sionismo.

El Profesor Farías encontró este escrito en el libro de Eugenio Lira Massi “La cueva del Senado y los 45 senadores”  publicado en Santiago en 1969, un año antes del triunfo de Allende. Lira Massi que era socialista y no tenia por que mentir le pregunta a Altamirano cuales son sus mayores odios.  Yo he entrevistado a mucha gente en mi vida, y esa pregunta no tiene cabida en mis cuestionarios, puesto que la corrección política nos exige reprimir emociones negativas. Muy diferente el ámbito socialista de la época cde Altamirano donde el odio era fundamental para una lucha de clases.

Altamirano enumera sus odios sin tapujos. En este orden,  odia al “Paleta” Alessandri, a los conservadores y  a los demócrata-cristianos. ¡Pero este gallo odiaba a más de medio Chile! Termina su lista de odiados con el Moisés bíblico al que califica de  “viejo infeliz amargado e impotente que ya no se la podía” (¿Habrá hablado con Sefora para decir con tanta propiedad que a Moshe Rabeinu no le funcionaban las gónadas?)
Sigo citando “se subió a un monte, estuvo varios días reflexionando como fregarnos y luego se apareció con sus diez mandamientos ¡No fornicar!  ¡No desear la mujer de tu prójimo! ¡No mentir! ¡No matar! …Le quitó de golpe y porrazo todo lo rico que hay en la vida. Habría que hacer un gran movimiento en contra de Moisés”.


Ese texto no es anti judaísmo, ni anti Moisés, ni siquiera es únicamente un  ataque contra valores judeo-cristianos puesto que el Islam también se adhiere al decálogo. Ninguna religión decente aprueba el asesinato o la mentira. Y países como China y  Cuba también castigan al ladrón, al asesino y son bastante rígidos en lo que concierne a la sexualidad humana. Basta recordar las persecuciones castristas a los homosexuales.

Lo que Altamirano declama es una teoría anárquica digna del Marques de Sade y  lo que solicita en su diatriba es el triunfo del laicismo que vemos hoy en sociedades ateas y progres. Sin embargo, al leer el texto sentí un poco de lástima porque estas sociedades llegaron cuando Altamirano es ya un octogenario que no puede disfrutar de lo “rico que hay en la vida" y no precisamente por culpa de Moisés.

Nacido en 1922, Altamirano creció en un mundo de mucho dinero, tradición, pero  también  de represión sexual. Por un lado la Iglesia, por el otro el puritanismo de un siglo que venía marcado por la estrecha mentalidad y reglas de conducta decimonónicas.  

Casado con una mujer muy culta y bellísima que guardaba un gran parecido a Greta Garbo, Altamirano se enamoró a fines de los 60’s (época dela entrevista) de Paulina Viollier,  diseñadora de modas,  dueña de una boutique en Providencia, y separada de su marido. Tuvo que armarse de valor para abandonar su familia e irse con esta mujer que lo acompañó hasta su muerte y con quien sin embargo Altamirano dudo mucho antes de casarse.

Se entiende ahora que el amargado de este cuento, el que se sentía culpable por ir en contra del decálogo era  quien se ganó el titulo de "Oveja Negra" de la Unidad Popular. Por eso pone primeros en la lista los pecados de la fornicación y el adulterio.  ¿Fueron esa amargura, ese remordimiento y esa represión los que lo hicieron tan inhumano, tan calculador, tan soberbio, tan radical y violento? Eso lo sabrá él.

¡Pobre Altamirano! En su ignorancia cargó con Moisés  sin saber que en el Sinaí, D-s entregó  al "viejo infeliz" 10 mandamientos, pero entre ellos no estaba… ¡No fornicar! (continuará)

viernes, 24 de septiembre de 2010

El trabajo del Coludo: sembrar la incomunicación


Comparto la perplejidad del Profesor Ricardo de la Cierva, que en su nuevo blog en Religión Digital, expresa sorpresa ante la incredulidad, incluso del clero, sobre la existencia del Diablo. A mi también me sorprende que en un mundo cada día más perverso se ignore la fuerza malévola y externa que ayuda a este estado de cosas. Don Satas existe, pero su primer deber es hacernos creer lo contrario, el segundo es promover la incomunicación sea a nivel personal, social o entre gobiernos.


Mehmoud Ahmadinejad (y hasta nombre de pila tiene el engendro) que dice representar al pueblo iraní, se presentó en la ONU esta semana y ofreció un discurso risible y errado en el que argüía que 9/11 fue provocado por los israelíes y los propios americanos con el propósito de rescatar la economía gringa y salvar al pérfido Estado Sionista. ¿Qué tendrá que ver la economía estadounidense con el sionismo? ¿Y cómo explica este señor que después del 9/11 Estados Unidos entrara en una recesión económica de la cual todavía no sale?

Lo que dice este caballero de aspecto desaseado no es nuevo, lo ha estado diciendo desde que subió al poder, lo dijo en las Naciones Unidas en mayo de este año. La pregunta es por qué le dan tribuna para que repita sus acusaciones ilógicas. Bueno no tan ilógicas puesto que mucha gente en Estados Unidos cree en esta teoría de conspiración, como creen que Elvis está vivo y que El Chupacabras es una creación de la Nasa. Pero cuando lo dicen personas como el presidente iraní o Rosie O’Donnell, que era tan mala comediante y actriz que terminó trabajado de opinologa, tienen más posibilidades de ser creídos ya que son figuras publicas y hablan desde foros públicos. Por suerte, aún un programa ultra progre como The View tuvo la sensatez de despedir a una incoherente desaforada como  la O’Donnell, pero la ONU y el mundo siguen pasándole el micrófono a gentuza como Ahmadinejad y Hugo Chávez.


En el medio del discurso del persa, la delegación estadounidense abandonó la asamblea, seguida por los países de la Commonwealth, Costa Rica y 27 naciones europeas. ¿Por qué otros países se quedaron escuchando ese discurso? No hablo de naciones árabes que gravitan en la esfera iraní, sino de países serios que permiten que se sigan haciendo discursos que solo son una sarta de disparates emitidos sin propiedad, seriedad, o autoridad. La respuesta es que ahí se ven los manejos del Coludo.

Se establecieron las Naciones Unidas para impulsar la el intercambio amistoso entre países. Desde sus inicios que viene haciendo lo contrario. Programas como The View son parte de una meta de los medios de comunicación de informar y presentar opiniones alternativas, con el animo de establecer una comunicación armónica entre sus usuarios. Al final, ese propósito se va al cara….En todo el mundo, los medios se politizan, se abanderizan y terminan desinformando, adoctrinando y promoviendo la hostilidad entre la gente. Nuevamente, El Diablo puede frotarse las manos y auto otorgarse una medalla.

Yo no tengo nada en contra de los persas. Hasta la llegada de los Ayatolas no le hacían daño a nadie y no constituían un peligro para la paz mundial. Irán era el único país de la región que no fastidiaba a Israel y que mantenía una prospera y antiquísima comunidad judía dentro de sus fronteras. Lo que hicieron los Ayatolas, y sus discípulos como este Ahmadinejad, fue agredir, torturar y esclavizar al pueblo iraní. Las principal víctima del gobierno iraní es su pueblo cautivo, donde ni los gatos (y esto no es en sentido figurado, los gatos persas deben vivir encerrados en sus casa) pueden circular libremente por Teherán, y donde las mujeres que se pintan y los blogueros opositores al régimen pueden ser condenados a muerte. Un gobierno que no sirve ni a sus gatos ni a sus mujeres y que más encima nos persigue a los blogueros, es efectivamente un gobierno diabólico

Mas allá de martirizar a su gente y a su fauna, lo que hacen gobiernos satánicos como el iraní y el del Chavo del Orinoco es aislar a su pueblo, y por asociación, demonizarlo ante los ojos de la comunidad internacional. No puedo pensar en gente más simpática y gentil que el pueblo venezolano, pero desde que lo gobierna Chávez tiendo a asociarlos a sus siniestras políticas. Esa es otra maniobra del Coludo para separar a los pueblos.

Los judíos no tenemos una imagen clara del Diablo, a pesar de que la palabra “Satán” venga del hebreo “Shaitan” que significa "adversario". Pero el Shaitan juega un papel poco importante en los dogmas del judaísmo. Ese señor con cuernitos y rabo no lo inventamos nosotros, pero tenemos claro lo que es la Yetzer Hara, la predisposición a portarse mal, a ir en contra de D-s y sus mandamientos. Todo ser humano nace con esa facultad y debe aprender a dominarla. Sin embargo, tan fuerte es que a veces puede tomar formas corpóreas. En el Talmud (Baba Bathra 216b) dice el Rabino Shimon ben Lakish:  “El Shaitan, la Yetzer Hara y el Ángel de la Muerte son uno solo”.


El Talmud y la Cábala nos alertan de la existencia de ángeles malévolos que, a la par de los benignos, revolotean entre nosotros. Ninguna más pilla que Lilith, que merece una entrada aparte. Esta gran villana que comenzó como un ser humano, fue la primera esposa de Adán, pero tras otorgarse un auto divorcio express, fue maldecida por el Señor. Irónicamente, desde esa maldición tiene más poderes que antes y los enfoca a dañarnos. La semana pasada cuando me sentí victima de un ataque psíquico, una de las manifestaciones era la soledad, la incapacidad de comunicarme o de entender a mis congéneres, inclusive no sentía mi voz interior, la del instinto. Recordé entonces un texto cabalístico donde se dice que en Yom Kippur, Lilith y sus hijas van al deserto y gritan y meten mucha bulla para impedir que las oraciones de los judíos lleguen al oído del Todopoderoso

Como siempre he dicho, el Diablo es hembra y su mayor labor es impedir el dialogo: el dialogo entre nosotros, entre nuestros gobiernos e incluso el que queremos sostener con D-s. Ayer estuve todo el día peleando con alguien que desesperadamente trataba de entenderme y de hacerse entender. Estoy eternamente agradecida a esa persona, a su infinita paciencia y cariño, por finalmente meterme en la cabeza que no me estaba agrediendo sino lo contrario. Pero me imagino cómo debe de haberle molestado al Coludo ese momento de claridad en medio de la cacofonía de desinformación y sonidos enajenantes que componen su diabólica agenda

martes, 21 de septiembre de 2010

Obama en misa y la brujita de Delaware: trivialidades de la política gringa

La cercanía de las elecciones de noviembre, tienen a Washington y a Estados Unidos embarcados en una campaña electoral muy reñida, pero que, como todo en nuestra sociedad occidental, alcanza niveles circenses. Aquí dos ejemplo ocurridos la semana pasada.


Estas elecciones son fundamentales para la nación del Norte, ya que encuentra a la administración Obama en su punto de popularidad más bajo lo que podría tener repercusiones sobre el Partido Demócrata en las urnas. Impulsados por ese temor, los candidatos demócratas tratan en lo posible de alejar su imagen de la del Presidente.

En un esfuerzo por cambiar el estado de cosas, Obama, quien tiene obligación de hacer campaña por todos los candidatos de su partido, está tratando de dar una impresión más cálida, más cercana a la gente. Comenzó con el anuncio de que en noviembre sale a la venta un libro suyo del género infantil dedicado a sus hijas.

A esto siguió una aparición del mandatario y su familia en St. John's Church, la parroquia enfrente de la Casa Blanca. Es la cuarta vez que el Presidente acude a un servicio religioso desde que llegó a Washington, sin embargo, hasta los diarios de Yucatán comentan el hecho. No es de extrañar, puesto que para el mundo entero esta cruzada a la vereda del frente de los Obama es un acto político. Una manera de acallar los rumores que circulan en Estados Unidos de que Obama es musulmán.

Ha sido tan aparente la estratagema, que Obama ha asistido a una iglesia episcopal que no es la denominación protestante a la que él pertenece. Con esto sólo demuestra su preocupación ante su frágil popularidad y reafirma la idea de que en Estados Unidos la religión sigue siendo importante o al menos que el electorado quiere que su presidente sea un hombre de fe.

Curioso, muy curioso, porque a Bill Clinton casi nunca se le vio en misa y eso no se le cuestionó ni rebajó su popularidad. El celebre Ronald Reagan, icono del partido republicano, tampoco era muy dado a las expresiones religiosas. Pero cuando se supo que esposa Nancy, que era su principal asesora, consultaba un astrologo para todas sus decisiones, los gente mas lo tomó a risa (no el Bible Belt obviamente) que otra cosa. Es que los 80’s y los 90’s en USA, fue la gran época New Age, donde todo lo esotérico era bienvenido. Se pusieron de modelos estudios paranormales y los paganos y los Wicca (hay una diferencia entre ambos) salían del closet y se hacían millonarios escribiendo libros sobre sus creencias. Eso nos lleva a la segunda trivialidad política de la semana.

Aparte dela impopularidad de su presidente, otra piedrita en el zapato demócrata es la constante presencia del Tea Party. La única manera de combatir a los seguidores de esta filosofía (ya que a pesar del nombre no se consideran un partido) es desenterrar cuanta mugre puedan de los pasados de los candidatos “teapartianos”, en el característico juego político que en ingles se conoce como “mud-slinging”.


Una de los mayores blancos de esos ataques es Christine O’Donnell una joven novata quien asombró a la opinión publica cuando el pasado martes venció a Mike Castle por la nominación del Partido Republicano de Delaware. Y eso que O’Donnell es novicia en la arena política y viene rodeada de una controversia que hace que muchos líderes republicanos la miren con recelo.

Para resumir, el gran problema con la O’Donnell es que es un fracaso en lo que se refiere a sus finanzas personales. No le dieron su título universitario porque no pagó su colegiatura. El IRS (los Impuestos Internos gringos) la acusa de deberle plata, se le imputó atrasarse en los pagos de la hipoteca y la atribuyen haber usado fondos de la campaña para pagar gastos personales. La misma candidata ha declarado no tener un trabajo estable y tuvo en una ocasión en que sostenía un litigio, despedir a su abogado por no tener con que pagarle. Sin embargo, y a sabiendas de todo esto el pueblo votó por ella. Tal vez porque la mayoría de los norteamericanos saben lo que es no tener para pagar un abogado o luchar con Impuestos Internos.

El último, y más grotesco, ataque vino de parte del comediante Bill Maher, ya se sabe que son los comediantes los que están manejando la opinión pública en USA. Maher, que es un tipejo de la peor ralea, “resucitó” un video de doce años de edad en que O’Donnell (con el voluminoso peinado de rizos que usábamos todas entonces,) menciona haber practicado la brujería y haber tenido una amiga satánica.

Por empezar, en ese mismo video que ya es antiguo, Christine comentaba que lo de la brujería era cosa que había hecho en el pasado y lo de la amiga era para alertar sobre amistades rarificas. Como viví el auge del New Age en Usa puedo hablar con propiedad del fenómeno. Era una moda, algo “in” hacer leseritas esotéricas. Aun la gente normal jugaba con magia blanca, técnicas de visualización y medicina alternativa.

Todos teníamos nuestros cuarzos. Se practicaban medicinas alternativas. Había quien jugaba a ser astrologo, el otro a invocar espíritus y otros a practicar técnicas de proyección astral. Los más “verdes”, como era yo en esa época, hacíamos nuestros cosméticos y medicinas en casa. Era el zeitgeist del momento. Una manifestación común en los fines de siglo, por lo que es absurdo juzgar a alguien por un pasado que era parte de un movimiento cultural. Más grave era aparecer en programa de Bill Maher

En cuanto a la amiga satánica, Christine O’Donnell ha sido muy franca respecto a un pasado que involucra promiscuidad sexual, consumo desmedido de alcohol y malas amistades. Ella abjuró de ese pasado al hacerse evangélica. Sacárselo a la luz es una bajeza y una torpeza política

No soy defensora de Christine O’Donnell, ni me interesa lo que pase en Delaware, pero entre elegir a un marxista furibundo como su contrincante o a una brujita como Christine O’Donnell, ya saben a quien prefiero.

lunes, 20 de septiembre de 2010

"¡Hoy, Chile es libre!"El cierre del Bicentenario y mis recuerdos




¿Hubo Fiestas Patrias el 73? Creo que no, no lo recuerdo. Fue un mes tan extraordinario. Más me acuerdo de los cuatro Generales en el Festival de Viña, los “Hermanos Coraje” como los apodó Bigote Arrocet. Hoy mientras presenciaba la Revista Naval en este último día del Bicentenario, me acordé del 11 de septiembre de 1973.

El que haya expresado mi perplejidad ante una celebración cuya causa nadie conoce o entiende, no quiere decir que desprecie los festejos del Bicentenario. Cualquier cosa que proporcione una sana alegría a la gente, merece respeto. Lamentablemente este año, las festividades coincidieron con el ayuno de Yom Kippur; ayer ocupada en cosas que no debía, me perdí el desfile, pero por suerte tengo esta terraza que da al mar y no hubo manera de evitar gozar del espectáculo aeromarítimo de hoy.

Estuvimos con mi Nana desde la once observando primero el despliegue de la FACH, las escuadrillas de acrobacia “Halcones”, las de helicópteros que cuando sobrevolaban Concón ya parecían parvada de pelicanos. Finalmente, pasado el mediodía, se asomaron desde Valparaíso, los navíos. 300 dice que pasaron. 26 buques de guerra, 21 de ellos nuestros. Dejé de contarlos, sólo los veía pasar como en un carrusel, cruzando la bahía y desapareciendo más allá de la península de Quintero.

Yo que soy una ignorante en barcos, y que apenas reconozco la diferencia entre una fragata y un trasatlántico, no pude permanecer insensible ante la majestuosidad del espectáculo, ayudada por la belleza del paisaje, para mí el más hermoso del mundo. Los chilenos queremos nuestro país por muchas razones. Cada uno tiene su motivo y manera particular de amar nuestra tierra. La mía es un eterno romance con el paisaje, con el mar sobre todo. Amo esta loca geografía, como la llamó Benjamín Subercaseaux, y hoy barcos y aviones eran parte de ella.

Mientras miraba los diferentes navíos, pensaba en mucha gente. En Lord Cochrane, el mercenario escoses que vino a Chile a ayudar a independizarnos y que fue la inspiración para que el novelista Patrick O’Brien creara a Jack Aubrey, héroe de su serie de novelas marítimas, y que Russell Crowe diera vida en Master and Commander.

Pensé en Arturo Prat, el hombre más valiente de Chile, y en el Almirante Merino y, de vuelta al 11, en los soldados, marinos y carabineros que cayeron ese día, y que sólo sus familias recuerdan. Hoy los recordé junto a otros símbolos de ese día como la Dama Blanca siempre tan galana, y que muchos únicamente ven como un símbolo de tortura.

No, ya sé que fue lo que más me recordó el 11. Un jet supersónico que se dio vueltas y vueltas por sobre la bahía, asustando a los perros y haciendo temblar los vidrios. Me recordó otro avión, no a chorro, no un jet. Un avión simple, sin apellido, que a media mañana, el 11 de septiembre sobrevoló mi casa.

Yo había despertado como todos los días de ese invierno en que no íbamos al colegio por temor a francotiradores y disturbios. Mi Nana que dormía en mi dormitorio no estaba. Se había levantado de madrugada para ir a pararse en las interminables colas que eran la ocupación cotidiana de tantos en esos días de un Chile desabastecido.

Como a las 10am, alguien tocó la puerta. Fui a ver. Era una amiga de la casa, que me avisó que la calle estaba llena de “pacos y milicos” y que no saliéramos. Subí al dormitorio de mi hermano y le dije: “Ya empezó”. Recuerdo que tenía hormiguitas en la sangre. Era lo que habíamos esperado por tanto tiempo, pero como suele ocurrir con lo muy ansiado se sentía anti climático. Fui a ver a mi mamá y le conté. En su cara, y por su tranquilidad, supe que ella sabía. ¡¡Y no nos había contado nada! En mi casa, las cosas no eran como ahora. Los hijos no cuestionaban a los padres, pero me irritó su falta de confianza…en eso llegó el avión.

Era un avión humilde, no muy grande, pero para mi era un pterodáctilo. Tenía un altavoz desde el cual alertó a la población a permanecer tranquila y en sus casas. Comprendo ahora que había un gran sector de la población que no quería estar en sus casas y que no podía estar tranquilo, pero a mis trece años y lectora ávida del tema de la Segunda Guerra Mundial, un avión volando sobe la casa sólo significaba una cosa. Iba a bombardearnos.

Hasta el día de hoy no sé de donde saqué tamaña idiotez. Pero con la cabeza llena de imágenes del Blitz, arrastré a mi hermano al pasillo, tan largo que lo usábamos de pista de patinaje. Recordaba de un libro de primeros auxilios indicaciones para un bombardeo que incluían alejarse de ventanas y ponerse bajo una mesa. Como no había mesa, metí a mi hermano en la parte baja de un bibliotecario empotrado en la pared.

A sus once años, mi hermano era muy valiente e independiente (fue el único de la familia que se atrevió a desafiar el toque de queda) y si aceptó mis indicaciones fue nada más porque me vio tan alterada. Mi mamá apareció en el pasillo muy enojada. Nos tiró de las orejas a ambos (era de esas que creía que había que castigar a los hijos por igual, aun a los inocentes) y me endilgó un par de epítetos muy bonitos. No estoy segura de si me dijo “vende patrias” o “agente provocadora”. “Alharaca” si me dijo. Agregó que no había nada que temer. “Hoy, Chile es libre” anunció y se fue a cargar el revolver que siempre guardaba en el closet.

“Hoy, Chile es libre”. ¿Lo ha sido alguna vez? ¿Lo es hoy? Esas son preguntas que sólo tendrán respuesta en el Tricentenario.

¿Alguien se acuerda si hubo Fiestas Patrias el 73? Si no las hubo, es una lástima, fue el año más apropiado para celebrarlas.


domingo, 19 de septiembre de 2010

¡Muera la inteligencia! ¿Se puede ser intelectual y de Derechas?

Una opinión sumamente difundida es que ser de Derechas, indica una falta de cultura. Se cree que las artes siempre estarán con librepensadores y el proletariado, y que el fascismo ha sido el mayor enemigo de la ilustración debido a sus censuras tiránicas.


Si nos quedamos con esta última tesis, tendría entonces una sociedad sin censuras que ser la más erudita. Pues hoy vivimos en una sociedad sin tabúes y yo no veo una cultura equivalente a la del Siglo de Oro o a la del Renacimiento por ninguna parte. Lo que sí veo es que las universidades del mundo occidental se han vuelto centros de adiestramiento de un saber laico y progresista. Las artes imitan su ejemplo, y más allá de esferas humanísticas y académicas, la cultura de masas encabezada por Hollywood, también se ha politizado hasta el punto que produce tramas insulsas, pero llenas de mensajes panfletarios. Eso si siempre mirando a lo comercial porque hay que cuidar el bolsillo.

Este sería el momento para que el universo tradicionalista, conservador, liberal o simplemente de Derechas aprovechase para producir una cultura que propagase sus posturas, pero a la vez ofreciese arte o material de entretenimiento de una mayor calidad. Pero eso es pedirle peras al olmo.


Hubo un tiempo en que el mundo cultural lo manejaba una elite. Los ilustrados eran los ricos y poderosos. Reyes y aristócratas eran mecenas de artistas pobres. Al artista no le molestaba codearse con las altas esferas e incluso ser parte de ellas. Velázquez es nombrado Caballero de la Orden de Santiago. Lope de Vega sirve de ayuda de cámara y alcahuete a Grandes de España. Los pintores ingleses del Siglo XVIII portan orgullosos su título de “Sir”.

Es a fines del siglo XVIII que en Francia nace ese concepto del artista como bohemio, rebelde, enemigo de regímenes tiranos, y amante de la libertad. Son estos intelectuales los primeros en apoyar la Revolución Francesa, pero ésta también provoca el exilio forzado de Chateaubriand y de la pintora Vigee-Lebrun. Peor aun, en nombre de la Revolución guillotinan al poeta André Chenier, al químico Lavoisier, al astrónomo Bailly y a la dramaturgo Olympe de Gouges.


Aún así, a través del siglo XIX, se acentúa esta imagen del artista revolucionario. Los escritores aburguesados, los pintores elitistas, y todo el que apoya una monarquía o ideas tradicionales (Casos de Chesterton, Alarcón, Fogazzaro y Singer Sargent) son menospreciados y olvidados, mucha veces injustamente. Durante el auge del fascismo en Europa, en los 30’s, se amplia la asociación de la ultraderecha con barbarismo cultural, ejemplarizada por esta frase “cada vez que oigo la palabra arte, busco mi revolver” que a veces se le adjudica a Goering, a Himmler o a Heydrich.


Otra frase que se asocia con la ignorancia de derechas es la formulada por el General de la Legión, José Millán Astray en su legendario encontronazo con Don Miguel de Unamuno en la Universidad de Salamanca, el 12 de octubre de 1936. Como ya saben, durante la ceremonia del Día de la Raza, Unamuno, que era rector de la universidad, indignado ante el show propagandístico que hace la Falange, lanza un discurso-diatriba. Esto exaspera al fundador de la Legión quien grita “¡Muera la inteligencia!” A lo que rápidamente corrige el escritor José María Peman con un “¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!” Unamuno no era un mal intelectual, pero obviamente no era amigo de la Falange. Lo curioso es que el general gallego no era un inculto bárbaro. Era un gran admirador de la poesía japonesa y en lo que se refiere a cultura popular, tambien admiraba a la gran Celia Gamez, de quien fue amante (esto dicho con mucho respeto para los dos).

Lo curioso es que todos los regímenes fascistas tuvieron su cultura masiva y elitista, sólo que hoy se considera a todo el que los apoyó (y el verbo “apoyar” es muy flexible) aun sin hacerle propaganda, como traidor y mediocre. Con esos antecedentes, y con ese prurito de amasar juntos a conservador, fascista y liberal, decir que alguien es un intelectual “de derechas” ya es bastante descalificativo. Incluso se utiliza para definir negativamente a escritores que no son marxistas furibundos como Octavio Paz, Carlos Fuentes y Vargas Llosa.


Ni en el mundo de la farándula quedan émulos conservadores de la talla de Ronald Reagan, Charlton Heston o el General James Stewart. El último bastión conservador de Hollywood, Clint Eastwood se ha ablandado con la edad y ha pasado a ser de alcalde republicano de Carmel a “libertario”.

Con lo dicho me quedan dos dudas. ¿Es realmente imposible ser artista o intelectual y votar por las derechas? ¿Y todos los artistas que colaboraron, o simplemente se abstuvieron en criticar a regímenes fascistas que les permitieron publicar mientras silenciaban a otros, eran realmente mediocres oportunistas? ¿Qué pasa con Heidegger, con D'Annunzio, con Celine? ¿Qué hacemos con Ezra Pound, individuo repugnante, pero magnífico poeta? ¿Y qué hacemos con los escritores católicos de la talla de un François Mauriac, de un Graham Green o un Evelyn Waugh? ¿No demuestran ellos que se puede ser un gran literato si tener que abrazar ideas “progres”?

sábado, 18 de septiembre de 2010

Django Reinhardt, Francia y los gitanos


En Sweet and Lowdown de Woody Allen, Sean Penn que interpreta a un sobrado y odioso (casi tanto como el actor) guitarrista  de los años 30’s, declara que nada más hay un músico que lo supera: “un gitano que vive en Francia”. A quien se refiere es a Django Reinhardt, el mejor guitarrista de jazz de la historia, creador del jazz manouche y, en mi humilde opinión, un músico que tocaba bajo inspiración divina. En estos días en que mucho se habla de Francia y de los gitanos lo tengo presente en mi memoria.

Jean Baptiste Reinhardt nació en Bélgica en 1910 en una familia de pura cepa sinti. Se trasladó en su infancia a Francia a vivir en un campamento cerca de Paris. Cuando tenía 18 años, la caravana donde vivía con su esposa se incendió y Django (“despierto” en dialecto romané) como lo apodaban, sufrió quemaduras pavorosas. Se recobró de ellas, pero dos dedos de su mano izquierda quedaron para siempre inutilizados. A pesar de este defecto, Django que antes del incendio ya tocaba el banjo y la guitarra, inventó un sistema de digitación que le permitía seguir tocando esos instrumentos. Se dedicó a la música profesionalmente, tocando en varios clubs de jazz parisinos y en 1934 formó el Quinteto del Hot Club de Francia junto al violinista Stephan Grappelli y otros músicos.

En el Sur de los Estados Unidos, zona rica en folklore, se dice que para ser un gran guitarrista hay que pararse de noche en un cruce de caminos hasta que aparezca el Diablo y le enseñe (En Chile hay una tradición parecida que incluye una higuera y la Noche de San Juan). Yo creo que fue un ángel quien enseñó a Django cuya música es casi mágica. Estamos hablando de un hombre que jamás aprendió a leer o escribir y nunca supo leer música.

En términos técnicos, la música de Django Reindhard es una combinación de ritmos gitanos y swing, y que tendrá una tremenda influencia no sólo en el jazz francés sino en el mundial, incluyendo el de los Estados Unidos. Django fue el único jazzista europeo que influyó (y no al revés) en el jazz gringo. Pueden notar su maestría sobrehumana y la pureza de su sonido en esta pieza de su autoría llamada “Nuages” (nubes).

En 1939, estalla la Segunda Guerra Mundial. El Quinteto está en Londres. Únicamente Django regresa a Francia donde permanecerá hasta la Liberación. Parte del enigma de su vida es su milagrosa sobrevivencia en una tierra ocupada por los alemanes que deportarán a miles de gitanos franceses a Auschwitz, Buchenwald, Mauthausen, y al campo femenino de Ravennsbruck donde las mujeres gitanas serán usadas como conejillos de indias para experimentos espantosos. Sir Martin Gilbert, en su “Atlas del Holocausto”, ofrece la cifra de 12.000 gitanos franceses exterminados por los Nazis. Django no fue uno de ellos.

Aun más extraordinario, el guitarrista trabaja abiertamente en el Paris ocupado en conocidos clubs como “La Cigale”. Se ha adjudicado la protección de Django a un alto oficial de la Lutwaffe, pero es absurdo creer que un sólo hombre pudiese proteger a tan destacada figura, cuando muchos Nazis en altos puestos no pudieron impedir arresto y muerte de parientes. Además, que el rescate de alguien marcado por los alemanes exigía clandestinidad, escondites, discreción. Todo lo que Django no hace, ya que sigue tocando para un público de oficiales alemanes que lo aplauden a rabiar. Graba discos como “Je suis Seule ce Soir” (Estoy solo esta noche) junto a Fud Candrix, el líder de la mas famosa orquesta belga de swing.

Aun más impresionante es esta pieza que he buscado por mucho tiempo que Django graba en Bruselas en abril 1942, un més después de que los Nazis han comenzado a deportar judíos y gitanos de Francia y los Países Bajos a campos de concentración. No es que Django no tuviera conciencia del peligro que corría. Intentó huir a Suiza. Fue atrapado por los alemanes ¡pero con la suerte de que el oficial a cargo de su arresto también era su admirador! La segunda vez fue retornado por las amables autoridades suizas. Aun así, Django sobrevivió la guerra, al contrario de la gran mayoría de los gitanos franceses que perecieron en el Porjamos que es el equivalente en lengua gitana al “Shoah” hebreo.

¿Cuál es la moraleja de esta historia? ¿Qué los alemanes no mataban a quienes admiraban o eran muy famosos? Falso. Lo prueba la muerte en Auschwitz de conocidísimas figuras del arte alemán como el director de cine Kurt Gerron, el pianista Victor Ullman y el actor y guionista Max Ehrlich. No hay explicación más que la suerte o la intervención divina salvaron a Django del Porjamos.

En estos días se ha vuelto a hablar del Porjamos en el mundo occidental comprándolo con las expulsiones efectuadas por el gobierno de Sarkozy de familias Roma. Esa comparación es una bajeza, una muestra de ignorancia y una vejación al recuerdo delos sintis exterminados por los Nazis. Sarkozy nunca deportaría a Django.

Las deportaciones son en realidad repatriaciones de gente que vive ilegalmente en Francia y que además presenta conductas antisociales. Casi todos los países del mundo deportan extranjeros que han entrado sin seguir la reglamentación obligatoria y que además delinquen.Más encima, el gobierno francés devuelve a los gitanos a sus países pagándoles el viaje, idemnizándolos monetariamente y ni siquiera les niegan el derecho a regresar a Francia. Completamente lo contrario a las condiciones infrahumanas en que los alemanes sacaron, hace más de medio siglo, a los gitanos de Francia para llevarlos a un infierno de torturas y muerte segura.

Nuevamente, se utilizan comparaciones históricas erradas para calumniar medidas que van en contra de las agendas seglares y progresistas. Lo irónico es que Francia no es la única en expulsar gitanos delincuentes. Italia también lo ha hecho, tal como desearía hacerlo Alemania a pesar de las hipócritas declaraciones de Ángela Merkel.

Pero la retorica inflamatoria que comenzó en el Parlamento Europeo y se ha propagado a la prensa mundial nace mas de un problema puntual con la Francia de Sarkozy que por una medida que muchos desearían aplicar a elementos inmígrate peligrosos. Lamentablemente, artistas y seres valiosos como Django Reindhardt, Lola Flores o Yul Brynner no son la cara del colectivo gitano al que Europa hace rato le ha tomado miedo y fastidio.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Ataques psíquicos (con o sin mala intención)

Me preguntaron varios qué era el”ataque síquico” al que me refería en una anterior entrada. Como es una traducción literal del ingles “psychic attack” puede que haya provocado confusión y para evitar malos entendidos voy a explicar un poco en que consiste.


En términos esotéricos, un “ataque psíquico” o “espiritual” es una agresión por parte de una persona o grupo que busca telepáticamente debilitar espiritualmente a la víctima atacando directamente su aura. Esta agresión puede manifestarse en crisis de ansiedad o pánico, pero también en infortunio o enfermedades inexplicables. Es lo que en Chile el vulgo conoce como “hacer un mal”.

Hace doce años pasé una mala racha muy particular. No era que me ocurrieran cosas malas, peor que eso. Cada vez que se me anunciaba un bien futuro fuera un ascenso o una petición de mano, este bien inexplicablemente se truncaba cuando estaba a punto de materializarse. Tanto yo como mis allegados estábamos perplejos ante esa cadena de eventos desafortunados. Y de pronto la gente comenzó a decir “le hicieron un mal”. Me lo dijo mi Nana, me lo dijo el veterinario de Mauricio, y hasta la almacenera de la esquina (en serio). Cuando me encontré con una gitana en la Plaza Colombia que, en vez de agredirme como suelen hacerlo sus congéneres (¿Sarkozy dónde estas?), me hizo una lectura en la que describía exactamente cómo, quiénes y por qué, comencé a creer en la existencia del “mal”.

En vez de ir en busca de “machis” o brujos que me hicieran una “limpia”, le escribí a un tío que tengo en Missouri, un matemático muy escéptico, pero que a veces acepta la existencia de ciertos fenómenos paranormales. En respuesta, me mandó un libro de Dion Fortune llamado “Psychic Self-Defense”. Dion Fortune fue una famosa ocultista británica. En el libro que me regaló mi tío, no solo especificaba en que consistía esta agresión mágica, además describía haber sido victima de uno por parte de la directora de una escuela donde trabajaba.



Al parecer, tras varios choques con su jefa, Dion que sólo tenía 20 años presentó su renuncia. La jefa que no quería que se fuera la obligó a escuchar una diatriba que dejó a la futura ocultista muy alterada. Lo que Dion Fortune experimentó a raíz del ataque espiritual fue un gran desaliento, una falta de energía física y mental y una gran ansiedad que culminaron en un colapso nervioso. Mas o menos lo que sentí la semana pasada. DF intentó curar su mal con el psicoanálisis, pero cuando éste fallo, buscó auxilio en estudios ocultistas que le revelaron lo que en realidad había ocurrido y la prepararon para futuros ataques.

Esta agresión mágica fue hecha con intención, pero hay muchos ataques espirituales que pueden ocurrir sin que el atacante tenga conciencia de lo que hace. Basta tener una carga de negatividad muy grade que puede funcionar como una bomba en contra de alguien a quien el portador de la negatividad le tenga “mala”. Que creo puede ser mi caso. Como la patrona de Dion Fortune, mi agresora es una mujer muy voluntariosa, dominante y violenta vocalmente lo que puede ayudar a hacer más potente su proyección de carga negativa.

En el mundo he descubierto que hay dos tipos de personas, los que proyectan la negatividad y los que absorben las “malas vibras”. Me temo que yo pertenezco al segundo grupo. La pregunta del millón es ¿si es posible agredir a una persona sólo con la mente y a distancia por qué no podeos enviar cargas de energía positiva a los que queremos?

jueves, 16 de septiembre de 2010

El dificil arte de perdonar


El Año Nuevo judío difiere en muchas cosas del concepto occidental de esta festividad. Principalmente porque los días que siguen al comienzo de año (Rosh Hashannah) hasta el momentum culminante de Yom Kippur son dedicados a reflexiones retrospectivas sobre nuestro comportamiento y a un autoexamen cuyo fin es alcanzar un arrepentimiento total, proceso que se conoce como Teshuvah.

Si en Yom Kippur le pedimos perdón al Creador por todos nuestras faltas, en los días que le preceden les pedimos perdón a nuestros semejantes, porque el Señor nos ha dicho que El puede redimir pecados en contra suya, pero sólo a los que hemos ofendido podrán perdonarnos. Más que el ayuno, más que el esfuerzo por alcanzar una verdadera Teshuvah, nada es más incómodo que el acto de pedir perdón.

“Perdón” es una palabra difícil de decir, va en contra de nuestra dignidad reconocer que nos equivocamos. El único perdón sincero es el que brota de la desesperación. Pedimos perdón cuando sin éste perdemos algo amado o estamos en un peligro que únicamente una disculpa evita. A veces nos es más fácil perdonar que ser perdonados. Somos una especie frágil que con frecuencia herimos y somos heridos. El reino animal es más sencillo. Los animales no piden perdón, pero tampoco alimentan rencores inútiles

¿Cual es el antónimo de perdón? Lo busco en el tesauro y no encuentro uno que me satisfaga. Tal vez “Inclemencia” o mejor “venganza”. Prefiero uno que no sale, “odio”. Dicen que el odio es el peor de los sentimientos, que nos hace mas daño a nosotros que a quienes odiamos. Pero he llegado a pensar que no se conoce realmente el valor del amor o del perdón sin conocer el odio.

Como la mayoría de la gente hasta, hace poco, más odiaba entidades y conductas antes que individuos. Todos en algún momento hemos odiado a alguien por cinco minutos o cinco días. A nuestros padres cuando nos prohibían satisfacer nuestros caprichos, a la que nos robó la pareja, al que no correspondió a nuestro amor o amistad. Pero para ser sanos de mente no dejamos que el rencor nos consuma. El día a día se lo lleva.


Hoy, eso ya no es posible. Vivimos en sociedades polarizadas, donde quien no piensa como nosotros, o no cree en lo que nosotros, se vuelve objeto de nuestro odio. Nosotros mismos somos blanco de quienes nos odian por nuestras creencias, nacionalidades o medidas. No creo que Sarkozy ni su gobierno odien a los musulmanes por prohibir que sus mujeres se amortajen en velos en público, pero sí los musulmanes odiarán a quienes les imponen leyes que les parecen blasfemas.

Este año intenté perdonar a quienes no me han pedido perdón, pero me hacen la vida difícil hasta el punto que los detesto. Ante mi desolación me encuentro incapaz de perdonar a un mundo musulmán cada vez más incoherente pero poderoso. Me dicen que no puedo juzgarlos porque son una gran masa sumida en la ignorancia y la miseria y si eximo a los alemanes de culpas colectivas, debo hacer lo propio con el Islam. Tal vez, no soy Cristo, no puedo perdonar “a quienes no saben lo que hacen”. Y mucho menos puedo perdonar a los grandes titiriteros que movilizan a esa masa.


No puedo perdonar a Obama (y otros como él) que por soberbia y ambición les otorgan municiones a los enemigos del Bien. No pido el exterminio de estas huestes nefastas, sólo quiero que se les quite la potestad de provocar daños mayores. Tal vez entonces pueda perdonarlos:

Y ahora paso a un incomodo terreno personal. Hay alguien en mi vida diaria a quien le he tomado tanto fastidio que a veces creo odiarla. Este año quise perdonarla, y para eso decidí que antes de Yom Kippur sería yo quien le pidiese perdón. Pero esta semana se ha portado de una manera tan intolerable que creo que inconscientemente su negatividad me hizo victima de un ataque síquico, suceso del que había leído, pero jamás había experimentado tan vívidamente.

Desde el lunes  que estoy agotada, como si hubiera escalado el Everest. Sin interés en nada, ni política, ni el bienestar de mi gente ni el mío propio. No me nacía escribir, no me nacía comunicar mis ideas, no me nacía ni expresarles cariño a quienes amo. Me temo que quienes han sido corresponsales míos desde el lunes notaran que escribo mas corto, que mi tono es más mecánico, que tengo menos que decir.

Hoy, que gracias a la Misericordia Divina, me he recobrado un poquito llegué a la conclusión de que D-s no desea que perdone a una persona que en su proceso de autodestrucción casi ha logrado destruir mi espíritu. D-s no quiere que me humille ante ella. Es un pensamiento muy chocante y muy discorde al espíritu de la Teshuvah. Pero como siempre, yo estoy a disposición de mi D-s que es El único capaz de juzgarme con imparcialidad.

Antes de cerrar, pido disculpas por mis constantes auto referencias y por compartir mí intimidad con ustedes. Pido disculpas a quienes esta semana no he sabido escuchar o prestar la atención que ameritan. Por sobre todo, pido disculpas, no por mis opiniones puesto que no obligo a nadie a compartirlas ni siquiera a leerme. En cambio, me disculpo por cualquier confusión o contradicción de mis textos que pueda enajenar a los que comparten mis ideas. También les pido disculpas si esas ideas no son siempre las suyas. Los humanos somos creados a semejanza de D-s, pero no somos clones entre si, discrepamos aun cuando militemos en el mismo bando. Creer eso es la medida de mi tolerancia.

martes, 14 de septiembre de 2010

Cuando mi tierra era menopáusica: cavilaciones en torno al Bicentenario

Comienzo diciendo que soy muy patriota, pero que tengo un concepto arcaico de "Patria” que discrepa con todo este bombo y platillo que produce el Bicentenario. ¿Cómo se puede meter tanta bulla cuando no se sabe qué se celebra ni a quiénes celebran?


Inés Echeverría Bello, precursora hoy olvidada de las letras femeninas en Chile, escribió una serie de memoriales históricos titulados “Cuando mi tierra nació”, “Cuando mi tierra era niña,” y “Cuando mi tierra era moza” aludiendo con esos títulos a diferentes etapas de nuestra historia patria. Yo diría que hoy nuestra tierra chilena es menopáusica, porque se siente como las mujeres en esa edad, andamos enojadas con nosotras mismas, ultra sensibles, aquejadas por males que no comprendemos y muy confusas respecto a nuestra identidad.

Me imaginó que toda América Latina se siente afectada por esta misma confusión. Sensibilidades modernas y conceptos de corrección política nos enseñaron que amar a nuestro país era ser nacionalista, por ende fascista. Y de pronto nos dicen que debemos celebrar nuestra historia y nuestra identidad nacional, conceptos totalmente abstractos en Chile donde pocos individuos tienen clara su identidad personal y donde a la mayoría los cuelgan en historia en el colegio porque “es un ramo fome” y una materia descuidada o, peor, mal enseñada.

Hace un par de años se hizo una encuesta nacional, por esta fechas, que arrojó un resultado pasmoso: la mayor parte de los encuestados no sabían qué se celebraba el 18 de septiembre, nuestra fiesta patria. A lo mas decían “fue cuando nos independizamos de España” olvidándose que todas las grandes batallas y episodios que generan nuestra desvinculación de la Madre Patria son posteriores al 18 de septiembre de 1810.


Si no saben lo básico, imagínese como los aturdirá pensar en un Bicentenario que abarca doscientos años de episodios y personajes que desconocen. De Doña Javiera Carrera saben que bailaba la Resbalosa, que tenía hermanos ilustres y paren de contar. Vayan a preguntarle a un profesional chileno (que no sea profesor de historia) de clase media, medianamente instruido, quien era Marmaduke Grove o cuando y por qué ocurre la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. El silencio será su respuesta.

Cuando yo llegué a Chile, en el 96, me di cuenta que para la mayoría de mis compatriotas la historia nacional comenzaba el 11 de septiembre de 1973, y todo lo que venía antes era prehistoria. Pero incluso lo que pasó el 11 no lo tienen claro. Es como su visión histórica de los orígenes de nuestros conflictos con los indígenas que se reduce a “Los españoles eran malos con los indios, les quitaron sus tierras y por eso ellos están enojados”. Ese concepto de película del Oeste no cuadra con nuestra realidad histórica. Los araucanos jamás firmaron la paz ni con españoles ni criollos, por lo que siempre han estado en guerra, pero el conflicto mapuche de hoy obedece a intereses y necesidades muy diferentes a la que los motivaba en la Colonia.

Mejor no hablar de la Colonia, porque para la mayoría de los chilenos ésta viene en un frasco. A lo más sabrán que existió por entonces una maniática sexual y asesina en serie a la que apodaban La Quintrala y se la imaginarán con la cara de Raquel Argandoña. Hablando de eso, no hay peor promotor de mitologías oficiales y deformaciones de la historia que las telenovelas y series de época que han proliferado como hongos este año.


Aparte de carecer de atmosfera histórica lo que revela la ignorancia de sus productores (eximo de ese juicio a Adiós al Séptimo de Línea de Megavision) estos dramatizados suelen representar personajes históricos con sensibilidades y objetivos ultramodernos. Por eso en Chile se cree que Manuel Rodríguez fue el Che Guevara de su época.

Yo exploté cuando me vinieron a decir que José Miguel Carrera era una especie de tupamaro o montonero peronista, nomás porque andaba de malandrín por el Rio de la Plata y los argentinos tuvieron que fusilarlo. “¡Oye!” Paré al que me hablaba: “ilústrate un poco. Si Don José Miguel viviera en nuestros días, militaría en la UDI”. Se fue a leer un par de cosas en la Wikipedia, volvió y me dijo: “Tenis razón”.


Parecerá un poco exagerado hacer tanto hincapié en la historia, disciplina que anda de capa caída en todo el mundo, pero no se puede celebrar un concepto histórico como el Bicentenario sin tener plena conciencia de como fue nuestro pasado, en que consisten nuestras glorias y nuestros desastres. Sin esa conciencia no podemos tener identidad nacional y celebrar como se debe estos 200 años.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Una conversión en el camino a La Habana: ¿qué le pasa a Fidel?

Desde que resucitó, que Fidel Castro está dando que hablar. Se la pasa dando entrevistas y en cada una dice algo controversial. Lo último es que se fue en contra de Ahmadinejad y defendió a los judíos. ¿Senilidad? ¿Posesión angelical? ¿Algún cálculo de su maquiavélica mente? ¿O simplemente arrepentimiento tardío?


En una entrevista dada, esta semana, a la revista norteamericana The Atlantic, el líder cubano comenzó con una información insólita: “El modelo cubano ni siquiera funciona para nosotros”. No mostró arrepentimiento por su trayectoria política aunque si por ciertos episodios como la Crisis de Misiles. También habló de las reformas que espera implante su hermano en la Isla. Pero lo más singular fue que criticó las políticas negacionistas y antisemitas de su homologo iraní.

"No creo que nadie ha sido más difamado que los judíos. Diría que mucho más que los musulmanes. Han sido difamados más que los musulmanes porque son culpados y calumniados por todo. Nadie culpa a los musulmanes de nada".

Esas palabras me dejaron perpleja. Como Fidel es uña y mugre del Chavo del Orinoco y éste le ha tomado un odio parido a israelíes y a judíos, aparte de estar intercambiando carantoñas con el barbón persa, pensé que el Comandante andaba en las mismas.

Pero Fidel ha sido muy preciso. Dijo que amigos árabes le habían advertido que no diese una entrevista a The Atlantic, porque ésa era una publicación pro-sionista, pero que él nunca ha sido enemigo del pueblo hebreo. No sé que decir. Me atengo a los hechos. La gran comunidad hebrea-cubana vive en Miami. Fidel terminó diciendo que si Estados Unidos tuviese una guerra con Irán la perdería puesto que no puede enfrentarse a 1,500 millones de musulmanes.

¿Qué le pasa a Fidel? ¿Es ésta una manifestación de una mente afectada por Alzheimer u otro trastorno senil? Pero sus declaraciones parecen muy bien coordinadas ¿Será alguna maniobra? Pues no se me ocurre que motivo lo impulse. Me acuerdo de una página anticastrista, pero también bastante antisemita, donde decían que el Comandante Castro es un judío sefardita y que trabajaba para un “gremio judío internacional”. Que Fidel tenga origen sefardita no lo pongo en duda, pero de ahí a lo otro.

Esta conversión de Fidel Castro me ha sorprendido más que la confesión pública de Jaime Bailey que ya no es gay. ¿Será que los ángeles están bajando a la tierra a tomar posesión de los pecadores? Violante que es medieval para algunas cosas y esotérica para otras, si puede creerlo. Casos se han dado. Si Saulo de Tarso tras su visión en el camino a Damasco se volvió cristiano, no debe asombrarnos que Fidel adquiera cordura a las puertas del Más Allá.

A ver qué dicen sus aliados. A ver si el mundo Occidental (principalmente Obama el Cobarde y Zapatero el inútil) no toma ejemplo de la actitud de Fidel hacia el mundo hebreo. Bueno, del que no me quejo es de Il Cavalieri Berlusconi que, a pesar de todas sus sinvergüencerías, ha tenido la delicadeza de compartir una seudah de Año Nuevo judío en la Embajada Israelí de Roma y de afirmar que lo del Mavi Marmara fue una provocación a los israelíes. Creo que es el primer mandatario Occidental en decir eso. ¿O me equivoco?

sábado, 11 de septiembre de 2010

Día de mártires: ¿A quiénes recordamos el 11 de septiembre?


El 11 de septiembre es una fecha ambigua en el calendario chileno. Para muchos, incluso los que ni nacían en 1973, es una excusa para salir a la calle a armar destrozos en recordatorio de dictaduras, represión, y desaparecidos mártires. Ciertamente debería ser un día para mártires, porque caídos hubo en ambos lados. Pero únicamente se recuerda a los muertos de izquierda, y sobre todos ellos reina la figura beatificada de Salvador Allende.

La historia tiene la mala costumbre de deificar ciertos personajes lo que obliga a satanizar a sus contrarios. Por eso, las familias de los miembros de diferentes ramas de las Fuerzas Armadas y Carabineros chilenas, tienen que recordar a sus mártires en privado, en silencio, como avergonzados de expresar dolor por muertes injustas, porque si el gobierno allendista hubiese sido tan competente, bienhechor e íntegro como lo pinta la historia oficial, ningún militar se hubiese visto obligado a levantarse en armas.

En estos días se habla de reabrir el caso de la muerte, ocurrida en 1991, del senador Jaime Guzmán, fundador dela UDI, cuyos asesinos siguen prófugos. Eso irrita ala izquierda, porque aparte que les escuece la conciencia, chillan por la preocupación ante el homicidio de un “momio pinochetista” cuando sus “desaparecidos” siguen sin aparecer. Jaime Guzmán es una piedrita en el zapato de los que tanto pregonan los atropellos a los Derechos Humanos durante el Gobierno Militar. Les ensucia el uniforme de blancas palomas que les gusta vestir, y recuerda al mundo que la Izquierda puede ser tan sanguinaria como la derecha.

Jaime Guzmán era un hombre de ideas, no de armas.  ¿Se puede decir lo mismo de Allende, un hombre que se batió a duelo con Raúl Rettig en una época en que ya los duelos estaban obsoletos?

Al historiador Víctor Farías nadie lo puede tildar de derechista. En su libro “Los documentos secretos de Allende: caja de fondos de La Moneda” (Editorial Maye Ltda. 2010) nos revela detalles espeluznantes de la vida privada de San Chicho. Una carta enviada por Orlando Letelier (otro miembro del martirologio comunacho) con fecha de 1972, indica en que andaba el entonces nuestro embajador en Gringolandia.

La carta, cuya copia exhibe Farías en su libro, describe los intentos de Letelier de conseguir armas personales para el Presidente Allende con una minuciosidad que demuestra que tanto el diplomático como el “estimado Salvador” a quien va dirigida la misiva, son unos expertos en revólveres y otras armas de fuego. Esta carta es solo una de un paquete de correspondencia similar intercambiada entre el Presidente de Chile y su embajador en Washington

No sé qué me escandalizó mas: Esa familiaridad de dos pacíficos políticos con armamento, el hecho de que ese arsenal llegaría a Chile bajo la salvaguarda de la valija diplomática o que un presidente de la republica tuviese que armarse como un hampón de Chicago, cuando todo mandatario tiene su escolta militar y sus guardaespaldas que la nación le proporciona para protegerlo a él y a su familia

Pero no quedan ahí las similitudes entre el Dr. Allende y Al Capone. Las amistades de Don Chicho también dejaban que desear, como por ejemplo su relación con Oscar Squella Avendaño. Squella, un ex oficial de la Fuerza Aérea Chilena, se dio de baja en 1956. Para entonces, los servicios de inteligencia de la FACH habían detectado su ideología de izquierda. Tras su retiro, Squella montó una línea aérea que utilizaba para traer estupefacientes a Chile. Estamos hablando de 20 años antes de que Pablo Escobar y otros capos colombianos comenzaran infiltrar cocaína a través de puertos chilenos.

Squella es detenido en 1970 en Washington por tráfico de drogas. Desde el instante de su detención no escasean ni vigilancia del proceso ni medidas para liberarlo por parte de diplomáticos chilenos. ¡Llega al punto que el diario "Las Américas" de Miami, pone un encabezado declarando que Squella es un posible candidato al Ministerio de Transportes en Chile! Ni Allende ni sus diplomáticos negaron esa probabilidad, por lo que es posible que este narco que purgó décadas en prisión, hubiera sido nuestro Ministro de Transporte como si ya no hubiese suficientes trásfugas en esos infames gabinetes.

Orlando Letelier incluso consiguió un permio especial para que Squella viajase durante su juicio a Chile a visitar a su esposa enferma. No termina ahí el vínculo entre Allende y su traficante casi Ministro. Ente los papeles que Víctor Farías exhibe (documentos hallados en La Moneda, tras la caída del régimen allendista, y hoy en poder del Archivo Nacional), se encuentra un cheque girado por Salvador Allende por la entrega de $5,000 (una millonada en esa época) a Oscar Squella y un documento firmado por el narco atestiguando el recibo de esa cantidad. Hasta el día de hoy, no se sabe qué pagó el Presidente de Chile a un criminal convicto.

Con lo dicho, es difícil asociar esta imagen de hombre de armas y amistades del bajo mundo con el santo varón que se venera cada once de septiembre. Se entiende que quienes busquen honrar a Salvador Allende, actúen en consecuencia utilizando la violencia.